Prolapsos Órganos Internos.

Un prolapso genital es el descenso de una o más vísceras pélvicas a través de la vagina. A veces el suelo pélvico está tan debilitado que no puede cumplir su función de soporte, y alguno de los órganos pélvicos desciende hasta salir por la vagina.

Tipos de prolapsos
Dependiendo de qué órgano descienda el prolapso se divide en:

Cistocele: la vejiga urinaria asoma en la cara anterior de la pared vaginal.
Rectocele: el recto (el tramo final del intestino grueso al llegar al ano) desciende sobre la cara posterior vaginal.
Prolapso uterino: en este caso es el útero el que desciende asomando el cuello primero y después el cuerpo uterino.
Enterocele: las asas intestinales se hernian a través del fondo posterior de la vagina.
Prolapso de cúpula vaginal: ocurre en mujeres a las que se les ha extirpado el útero (histerectomía). La vagina, que es un saco ciego, se da la vuelta como si lo pusieran del revés, lo de dentro hacia afuera.

Las mujeres que tienen prolapso normalmente sienten alguno de estos síntomas: molestias a nivel pélvico, pesadez vaginal, tirantez en la zona perineal, incontinencia urinaria, dificultad para orinar y/o defecar, y dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia) entre otros.

Los prolapsos se clasifican según su severidad en cuatro grados:
Los grados 1 y 2, si ocasionan molestias, deben tratarse con fisioterapia y un cambio de hábitos (dietéticos para corregir, por ejemplo, el estreñimiento, adelgazar, limitar el sobreesfuerzo físico)

  • Grado I: el órgano desciende solamente un poco de su posición normal, ligero descenso en el interior de la vagina.
  • Grado II: el descenso alcanza la entrada de la vagina.
  • Grado III: el prolapso sobrepasa la entrada de la vagina, la mujer se toca o nota perfectamente el bulto al caminar, sobre todo cuando realiza esfuerzos.
  • Grado IV: el órgano (vejiga, útero o recto) están completamente fuera, incluso en reposo.
Entre un 8 al 41% tiene prevalencia social, y tiene un gran impacto en la calidad de vida, afectando a la vida social, sexual y a la salud en general de la persona que lo padece.
  
Las causas de prolapsos son:
  • Parto vaginal: principal factor de riesgo de aparición de prolapsos.
  • Obesidad e incremento excesivo de peso.
  • Realización de deportes de alto impacto como atletismo, tenis, baloncesto, ejercicios abdominales clásicos, aeróbic, etc.
  • Actividad laboral: constituyen profesiones de riesgo aquellas que implican pasar mucho tiempo de pie o realizar grandes esfuerzos como cargar pesos. Por ejemplo: dependientas, auxiliares de clínica, celadoras, cuidadoras, profesoras de aeróbic, cantantes, bailarinas, etc.
  • Menopausia: los cambios hormonales favorecen la pérdida de tensión de los tejidos.
  • Estreñimiento.
  • Tos crónica.
  • Factores genéticos y hereditarios.

Un estudio reciente, mostró que el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico bajo la supervisión de un fisioterapeuta mejora la musculatura del suelo pélvico y favorece la correcta posición de la vejiga y el recto. Por tanto, la fisioterapia de suelo pélvico juega un papel fundamental en la prevención y tratamiento de esta patología.




0 comments:

Publicar un comentario